Químicos:

Secos:

Utilizando algún tipo de resina o pegamento, los filamentos son impregnados y después planchados, al secarse el pegamento la tela queda lista.

Húmedo:

Si venimos de un proceso de formación de base húmeda, ya en el líquido que se ha formado la colchilla está mezclado el pegamento, al pasar por un rodillo de secado se da la estabilidad a la tela.

Mecánicos:

Húmedo:

Utilizando chorros muy finos de agua, y haciéndolos pasar através de la colchilla se logra enredar los filamentos entre sí, dando como resultado una tela suave.

Seco:

Térmico:

Utilizando un par de rodillos calientes la tela es planchada al pasar en medio de ellos, en este momento se van fundiendo algunos puntos de los mismos filamentos, logrando así que se mantengan unidos y formando la tela.

Horno:

Se pueden utilizar fibras o filamentos de un se funden a diferentes temperaturas, en este caso se pasa la colchilla por un horno y se funden estas fibras, logrando que el resto de los filamentos queden pegados entre sí.

Agujas:

Utilizando agujas especiales y haciéndolas entrar y salir millones de veces sobre la colchilla, se logra enredar los filamentos dándole la estructura requerida a la tela.

Costura:

Una vez formada la colchilla, para mantener los filamentos unidos se hace para por una línea de cintos de aguja con hilo haciendo costuras y dando la estabilidad a la tela.

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